Honoré de Balzac

domingo, 21 de diciembre de 2008

El número de anécdotas de Honoré de Balzac daría para escribir un blog únicamente dedicado a él, pero hoy podemos mencionar un par de ellas que son especialmente características de su persona. La obra del escritor es descomunal, imposible de abarcar en una sola vida si deseamos también leer a otros muchos. Pues bien, La Comedia Humana estaba condenada a quedar inconclusa. Balzac tenía ya planeados otros muchos títulos de su gigantesca obra, no sólo anotaciones sobre las tramas y los nombres de los personajes, sino las maquetas de los libros encuadernados y los títulos puestos en los cantos. Solía decir que lo tenía todo en su cabeza y sólo pedía más tiempo para rellenar todas aquellas hojas en blanco a la espera de su realista pluma. Era realmente un proyecto imposible de abarcar, ni siquiera para un hombre que se tomaba treinta tazas de café diarias para mantener un ritmo de prosa inigualable. Su vida era su escritura. Nada estaba por delante de su obra, ni siquiera las mujeres, aunque por lo que se sabe tuvo muchas amantes. En este tema Balzac era inflexible, era partidario de la castidad del escritor mientras estuviese sumergido en una obra. Famoso es que llegó a recriminar a Dumas hijo su afición por el sexo femenino; aquel joven perdía demasiadas energías en cuestiones de cama. Y es que Balzac defendía la teoría de que en una noche de amor con una mujer se perdía al menos medio volumen de un libro, algo inadmisible. Concluía finalmente que no había en el mundo una sola mujer que mereciera tanto la pena como para perder en un año dos volúmenes, es decir, cuatro noches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen Blog.

Sigue así

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