El culto a la fuerza de Esparta
La ciudad griega de Lacedemonia, más conocida como Esparta, rindió en la época clásica una auténtica veneración a la austeridad y la rigidez militares. Tal es así que a los nacidos con defectos físicos, incapacitados para la lucha, no se les permitía sobrevivir. La instrucción militar comenzaba a los siete años, y aunque podían casarse, estaban obligados a vivir la vida castrense de los cuarteles hasta los treinta años, y hasta los sesenta vivían como hoplitas, o soldados de a pie. Era tal el culto que se rendía a la fuerza, que a las mujeres, ciudadanos de segunda categoría para ellos y una verdadera desgracia para los padres, se les perdonaba el adulterio siempre y cuando el beneficiado fuese un hombre más alto, robusto y fuerte que su marido.
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