La "obsesión" de Sarah Bernhardt

viernes, 9 de enero de 2009

Sarah Bernhardt (1844-1923), la más célebre actriz francesa de su época, continuó subiéndose a los escenarios incluso después de que le fuera amputada una pierna a los setenta años de edad. Se la describe como una mujer aguerrida y constante, de estilizada belleza y voz timbrada. Creó su leyenda ya en vida, ya que dicen que una de sus extravagancias era su obsesión por la muerte. De joven visitaba el depósito de cadáveres de París para contemplar los cuerpos de los ahogados en el río Sena. A su madre le pidió en una ocasión como regalo un ataúd de palo de rosa forrado por dentro de satén blanco, que llegó a ser conocido en su época como el ataúd de la divina Sarah, que la acompañaba en todos sus viajes y en el que dormía algunas veces. Finalmente fue enterrada en ese mismo ataúd.

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